Sobran las palabras.
Gracias a Michael Mantlo por las fotos.
This is an adaptation of an article from Scott Edelman (Thanks, Mr. Edelman) called The day Stan Lee showed some humility. You can read it there in english.
Este artículo es una adaptación libre de un artículo de Scott Edelman (Gracias señor Edelman) llamado The day Stan Lee showed some humility.
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En el 2006 Marvel publicó un comic titulado Stan Lee meets The Thing
“Ey, este blog es de Bill Mantlo. ¿Qué tiene eso que ver con Mantlo?”
Fácil. Una vez más, Bill Mantlo estuvo ahí antes.
“Querido Stan
Acabo de ser asignado como escritor regular de Marvel Two in One (La cosa y lo que quiera que haya alrededor del comic) y me estaba preguntando por la posibilidad de hacer un La Cosa-Stan Lee Team-up en un próximo número.
No sé muy bien si esta idea tiene algún potencial de buenas ventas… pero DE HECHO he notado que todos los críos que visitan la oficina piden verte inevitablemente, que tu nombre está cerca de ser una palabra hogareña para muchos de ellos, y que, además de al Pato Howard, han pedido verte a ti en un número con el Timido Benjamin.
De nuevo, Stan… No estoy seguro, pero creo en cualquier caso sería divertido PROBARLO.
Cuéntame.
Gracias,
Bill Mantlo”
“Bill,
Me siento honrado, pero no lo sé. Me resulta difícil ser objetivo sobre ese tema. Mira a ver qué piensan Marv, Roy, Len, Archie, etc… y me cuentas.
S”
Los 9 mejores números de Hulk, del 292 al 300, escritos por el inefable Bill Mantlo, tenían un pequeño detalle en la portada. La logoforma de la parte superior izquierda de la portada del comic iba cambiando de número en número, presagiando lo que estaba a punto de ocurrir dentro del comic.
Los admiradores de Mantlo hemos recopilado esas imágenes en una animación para que podáis verla todos.
¡Feliz verano!
Y ahí, el neutralizador de que nos habla David H. El cantante cojo no es otro que Forja, encima de mutante, más apuesto que el mismísimo Tony Stark. Queda por aclarar que la víctima del disparo de Gyrich debía haber sido la terrorista y enemiga del estado Pícara pero... ¿qué se podía esperar de una colección de mutantes?
Queda por avisar a otros posibles fanáticos mantlianos que esta serie de españoleantes números no son mala cosa. ¿Son presa fácil para el mercadeo? Pues mira que ni lo sé, pero vale la pena leerlos aunque no haya más que la emoción, escasamente terrorífica, eso sí, en comparación a la serie de Rom, con la excepción del ataque de los fantasmas a Pícara y los agentes del gobierno en el número 37 (X-Men vol.1 nº 186), jaqueca mental del Profesor X incluida. Dallas está ahí. Forja y su edificio de cristal con un montón de fantasmas de todos los tipos (los sabuesos son mis preferidos), y mutantes en lucha contra una invasión blanda y salada de hechiceros espaciales. Chris Claremont supo hacer algo más que acercar un planeta a la tierra, aprovechó la idea del neutralizador para que la amenaza del pueblo de los espaciales pareciera más inminente. Dotó a un simple objeto con una importancia argumental, alegórica, al hacer que este pasara de mano en mano conjeturando futuras amenazas con unos u otros personajes como protagonistas. Si formaba parte o no del plan editorial o de una colaboración más entre Mantlo y el guionista de los mutantes es algo que desconozco. Lo que ya nadie puede olvidar es que Rom forma parte del universo Marvel.
Y ya se puede poner la ratita del Copyright como se ponga, ¡malvados!
Ya llegaron las imágenes del cameo de Rom y Brillo Estelar en esta saga de fantasmas contra mutantes; son dos páginas, dos viñetitas, solo un truco más del edificio inteligente de Forja; y, pensando en unos improbables lectores de siempre, he preferido recortar la segunda preservando así la emoción del desenlace. Pues eso, una aparición para asustar los fantasmas:
Nota sindical: Ya véis que tenemos una nueva etiqueta para nuestro blog de admiradores; no es la primera vez que sucede que otros blogs o blogueros sirven de inspiración, y podría volver a ocurrir durante los próximos años. Será cuestión de regar el tiesto, dar relleno a la sesera con lo que sea. A espasmos pero interminablemente.