
Uno de esos descartados era el *Marvel Two-in-One* #48, con Ben Grimm, la banda de Yancy Street, y la Sota de Corazones enfrentándose a Machinesmith y su ejército de duplicados robot — bastante en la línea del ideal platónico de lo que debía ser una historia de la Edad de Bronce Marvelita. Fue mi primer encuentro con la Sota de Corazones y su barroco gusto en uniformes, y pensé que el tema del naipe y el “OH NO! MI PODER NO SE PUEDE CONTROLAR!” molaban mucho.
Cinco años después, asistí a mi primera convención de comics. Fui con mi tío y mi hermano menor, ambos mucho más coleccionistas de lo que yo era en ese momento. Mientras buscaban gangas, yo mataba el tiempo mirando en las cajas de varios vendedores. No buscaba nada en particular ese día, pero encontré un viejo número de *Marvel Premiere* con una historia de la Sota de Corazones en solitario, y 25 centavos era un precio pequeño por avivar un recuerdo querido de mis días de la escuela primaria.

(También hay una cierta satisfacción en defender públicamente a un objeto de burla de los fans.)
No dejéis que el tono sarcástico de mis posts ‘Favoritos de Nadie’ os engañe; siempre me han gustado los parias bizarros y oscuros, y los personajes como la Sota son el condimento que da sabor a los universos superheroicos compartidos.
(Aunque preferiría otra media docena de caries a un trabajo escribiendo comics de superhéroes, no rechazaría la oportunidad de escribir una historia de la Sota de Corazones si me lo pidiesen. Si alguien de Marvel lee este post, mi email está en la barra lateral.)"
(Robado de aquí)
1 comentario:
Eso pasa porque no leyeron los nos. coprotagonizados en Iron Man. Y en especial su gran Extra Superheroes.
¡Viva Marcy Kane!
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