Hace cosa de un año un Desquiciado (no, no es un adjetivo, es su nick) escribió este artículo sobre Bill Mantlo en el Focoforo en el que afirma alegremente que “Yo lo vi antes que nadie y veinte años después continúo siendo el único que lo ve. Bill Mantlo fue un puto genio, el mejor guionista de Marvel de los 70 y los 80”. Quiero desmentirle. Quizá lo viera antes que nadie, pero desde luego ¡¡no es el único que lo ve!! En cualquier caso plagiamos su artículo, como tantas otras veces hemos hecho antes.
Yo lo vi antes que nadie y veinte años después continúo siendo el único que lo ve. Bill Mantlo fue un puto genio, el mejor guionista de Marvel de los 70 y los 80. Y si no fuera porque se lo llevó un coche por delante mientras hacía el figura con los patines por la carretera (lo que demuestra su personalidad aventurera y atrevida hasta el punto del suicidio), también lo seria en el siglo XXI. Este genio se quedó en coma.
Aquí tienen la portada de la obra benéfica que le dedicaron sus compañeros de profesión en el 2007 para apoyarlo en este momento "Zona muerta".
Observen también lo atractivo que resulta el sujeto.
De la ingente cantidad de cómics que escribió este monstro del séptimo arte, destaco tres, dos de ellos de influencia brutal en la cultura contemporánea. El otro es que me gusta a mí y con eso vale.
1- The Transformers: El maestro Bill guionizó los ochenta numeracos de la impresionante epopeya cósmica de los juguetitos para niños que se daban de hostias en la tierra no se sabe muy bien por qué. Una civil war entre autobots y decepticons donde se trataban todos los temas éticos, morales y religiosos que uno se pudiera imaginar, sobre todo si se leían bajo los efectos de las drogas.
Aquí tienen la portada del primer número, dibujada por el reputado Bill Sienkiewicz, que gracias a su colaboración con su tocayo logró prestigio a pesar de posteriores fracasos como "Elektra Asesina"
Ni decir tiene que sin la labor del gran Bill a los guiones, nunca existiría ese peliculón de Michael Bay que ya se sabe tendrá secuelas... La obra de Bill sigue viva... pero no solo gracias a los robotitos... no, no, no.
2- The Incredible Hulk, del número 245 al 313: En unos sesenta números, el gran Bill contó alguna de las mejores historias del gigante esmeralda jamás narradas y redifinió al personaje de una forma imborrable. Historias de terror, violentas y crudas que fueron retomadas posteriormente por aprovechados que le niegan a Bill su legado.
Un ejemplo de la enorme variedad de historias es la genialidad de situar una lucha entre el Hombre Absorbente y Hulk en la isla de Pascua, contando la historia del lugar que todos conocemos por la peli de Rapa Nui, que seguramente se hizo porque alguien de Hollywood se leyó este tremendo cómic.
Mucho antes de World War Hulk, Bill ya narró como el Doctor Extraño (apoyado por otros hijoputas superheroicos) lo exiliaba a otro mundo, en este caso otra dimensión de esas raras a las que viajas cuando de comes un tripi... ¡la Encrucijada!
Allí hacía amigos, vivía aventuras psicodélicas y volvía a la tierra muy cabreado. ¿Les suena?
Pero Bill es un pozo sin fondo de creatividad. Dotó de profundidad al personaje al explorar la relación de Hulk con la infancia infeliz de Banner, que fue un niño maltratado por un padre enloquecido que experimentó con él... idea que tomó literalmente Ang Lee para su peli de arte y ensayo sobre el personaje.
De nuevo vemos como la obra de Bill influyó decisivamente en versiones posteriores de máxima actualidad y que nos venden como algo nuevo y original.
Pero aún queda lo mejor.
3- ROM: Durante 75 números y cuatro anuales, el poderoso Bill contó la epopeya de otro muñequito escapado del Toy'r'us. Rom, el caballero del espacio, era otra cole de tebeyos pensada para promocionar una línea de juguetes para críos, pero como hizo con los Transformers, Bill le dio una dimensión épico-filosófica a la historia que impresiona a cualquiera que se acerque a la colección sin prejuicios (y con un plumero para quitarle el polvo). Historias trágicas, violentas, llenas de muerte, sacrificio y paranoia. Rom renuncia a su humanidad para luchar contra el mal, encarnado en los Dire Wraiths (espectros o fantasmas, aquí cada uno lo traduce como vea).
Contar la compleja y trágica historia de Rom es tarea harto difícil, y ya me estoy cansando de escribir. Además, si no lo han leído, no se merecen que se lo explique.
Pero destacar la historia en que aparece ¡Híbrido!, un niño mitad humano mitad espectro (sí, los espectros son multiformes y se esconden entre los humanos con consecuencias sexualmente imprevisibles). Es una historia terrorífica, con el niño- monstruo asesinando a sus padres y todo bicho viviente.
Podria hablar más de la descomunal obra de este PUTO GENIO que es Bill Mantlo. Pero a estas alturas no creo que nadie esté leyendo.
Esperemos que algún día se recupere y vuelva a asombrarnos con su talento revolucionario.