Sal Buscema y Jackson Guice hablan sobre Rom y Los Micronautas.

[Entrevista publicada en BACK ISSUE #16 – 2005]

Intentar crear una serie de comics de éxito a partir de una línea de juguetes nunca es un juego de niños. Marvel Comics consiguió que dos series funcionasen muy bien, Rom Spaceknight (que duró 75 números desde 1979 a 1986, con cuatro Anuales) y The Micronauts (que tuvo una etapa de 59 números desde 1979 a 1984, con varias continuaciones en años posteriores)

Recientemente BACK ISSUE se sentó con dos de los hombres que ayudaron a hacer estos títulos tan populares entre los aficionados: Sal Buscema, el artista que echó una mano para lanzar a Rom, y Jackson “Butch” Guice, el artista que subió a bordo a tiempo de llevar las aventuras originales de Los Micronautas a una conclusión.

Pregunta: Decid a nuestros lectores como empezásteis a trabajar en vuestros respectivos títulos.

JACKSON GUICE: La verdad es que Micronautas es mi primer trabajo acreditado en la industria. Irónicamente, un año antes había dibujado como negro un capítulo en Rom Annual #1 para Pat Broderick. Ambos fueron puntos clave para entrar en el mundo del comic. Había estado haciendo un poco de trabajo en fanzines, y en esa época diseñaba parches y emblemas para una pequeña empresa de Carolina del Norte. Un día llegué a casa después del trabajo y tenía una llamada de Al Milgrom. Supongo que Bill Mantlo, que había escrito el Anual de Rom, había visto algo de mi trabajo fanzinero también, y pidió a Al que me localizase. Cuando hablé con Al, me dijo que había un hueco en Los Micronautas y que iban a probar con varios artistas en los 3 ó 4 números siguientes, y me preguntó si estaría interesado en hacer uno. Salté sobre la oportunidad y acto seguido salí a patinar con mi monopatín esa noche, me caí y me rompí el codo de mi brazo de dibujar. Por suerte, cuando me lo escayolaron dejaron el codo doblado, así que fue cuestión de dibujar con el hombro. Fue todo un bautismo de fuego para empezar mi carrera.


Primera página del #49, primer número dibujado por Guice... con el hombro.


SAL BUSCEMA: Eso demuestra de lo que somos capaces los tíos de los comics.

P: ¿Y qué hay de tí, Sal? Dinos cómo empezaste en Rom.

BUSCEMA: La razón para empezar a hacer Rom desde el número uno fué que nadie más quería hacerlo. Pidieron a otros que dibujasen el comic y no quisieron porque no pensaban que fuera a despegar. De hecho, a la figura de acción de Rom se le llamaba “la Tostadora.” Todo el mundo pensaba que parecía una tostadora humana. Cogí la serie y resultó ser razonablemente exitosa, pero el juguete fracasó por completo. El juguete había desaparecido en un año, pero estuvimos cinco con la serie.



P: Rom y Micronautas consiguieron sobrevivir a los juguetes de los que nacieron. Incluso hay aficionados al comic hoy día que ni siquiera han oído hablar de los juguetes. Leí que Bill Mantlo, que escribió ambas series, había visto el vídeo promocional sobre Rom que le fué presentado a Marvel. Este era el mismo vídeo que se había usado para promocionar el juguete en varias ferias jugueteras. ¿Obtuvieron ustedes, caballeros, alguna opinión de las compañías jugueteras sobre el trabajo que estaban haciendo en los comics?

BUSCEMA: Yo no obtuve ninguna. Lo único que saqué de Parker Brothers fué una figura de acción de Rom. Mis hijos eran muy jóvenes en esa época y estaban emocionados con ella. Yo pensaba que era bastante estúpida, porque no hacía nada. Esa fue mi relación con la compañía-madre.

P: Que yo recuerde, Rom fue el único intento de sacar una figura de acción por parte de Parker Brothers.

BUSCEMA: Probablemente. Deberían haberse quedado en los juegos de mesa. Yo los admiraba por haber ido a Marvel y decir, “Eh, nos gustaría hacer un comic basado en este personaje. ¿Qué podéis hacer por nosotros?” A Marvel se le ocurrió una idea muy interesante y fue una serie muy divertida de hacer.

P: ¿Y tú, Butch? Cuando llegaste a los Micronautas, la línea de juguetes debía de ser historia.

GUICE: Sí, los juguetes probablemente habían desaparecido cuando empecé en la serie. No recuerdo haber oído nada de la compañía juguetera, y en esa época no había ninguna intención de conectar el comic con los juguetes. Cuando empecé en Los Micronautas, Bill estaba básicamente cerrando su etapa en la serie. Pasamos los siguientes diez u once números cerrando sus historias y entonces la serie se canceló. Éramos una de las 3 primeras series de Marvel en ventas directas y después de ser cancelada, se relanzó un año después con Peter Gillis al guión y Kelley Jones, que me había entintado en la serie, a los lápices. Sé que Bill estaba juntando todos los cabos de su historia, y quería que los héroes tuviesen un combate final con el Barón Karza, el villano principal, y volver a reunir a los personajes.

P: Hablando de Bill Mantlo, los dos tuvísteis la oportunidad de trabajar con él en esas series. ¿Qué podéis decirnos de él?

BUSCEMA: Bill y yo trabajábamos bien juntos. Yo lo consideraba un escritor con mucho talento. Tuvimos pequeñas peleas al final de mi etapa en Rom. Fueron simples malentendidos entre nosotros. Creo que Bill quería ejercer más control sobre la parte artística del comic, y si yo estaba orgulloso de algo, era de ser un buen narrador. No me consideraba el mejor dibujante de la industria ni por asomo, aunque pensaba que era competente, pero mi fuerza estaba en la narración y estábamos chocando mucho las cabezas. Bill me pedía cosas que yo sabía por mi experiencia que no iban a funcionar. Estuvimos en la serie mucho tiempo, y trabajaba con Bill en otros títulos, y creía que teníamos una relación muy amistosa y productiva. Fue sólo en ese momento en particular, por alguna razón desconocida, que pasó eso. Yo me estaba cansando de hacer la serie de todos modos, y quería pasar a otras cosas, así que fue bien.

GUICE: Mi experiencia con Bill fué nada más llegar al negocio, fué la primera vez que trabajaba con un escritor por algún período de tiempo. Me lo pasé muy bien trabajando con él. De hecho, después de que Los Micronautas fuese cancelada, hicimos Swords of the Swashbucklers (Piratas del Espacio) para Epic. Poco a poco dejé la serie y creo que no tuvimos más oportunidades de volver a trabajar juntos. Una vez, cuando yo estaba en DC, me llamó y me habló brevemente de volver a los comics. Eso fue después de que él hubo dejado el negocio por algún tiempo.


Micronauts #58. Último número de Mantlo.

BUSCEMA: Estudió leyes, ¿verdad?

GUICE: Sí, fue a la Facultad de Derecho y se hizo abogado. Me llamó de repente un día y me dijo que echaba de menos los comics y que estaba pensando volver al negocio. Hablamos de algunos proyectos y nunca se convirtieron en realidad. No nos pusimos de acuerdo lo bastante rápido y creo que sólo un par de meses después tuvo el accidente.

BUSCEMA: ¿De verdad?

GUICE: Muy próximo, justo antes de su accidente. Por lo que respecta a trabajar con Bill, recuerdo que se lo hice pasar mal por algunos de los argumentos que recibía, por el método Marvel que aún era popular en la época. Como artista novato, me echó un poco para atrás la primera vez que recibí un guión que decía, “Páginas 5 a 15, los Micronautas luchan.”

BUSCEMA: Puedo entender que fuese un poco desconcertante para alguien que acaba de llegar al negocio. Sientes que necesitas alguna guía. Para mí no era un problema porque llevaba trabajando así muchos años. Si crees que éso era malo, deberías haber probado a trabajar con Stan Lee.

GUICE: ¿Oh?

BUSCEMA: Stan te llamaba por teléfono y te decía, “Este terrible super-villano está intentando conquistar el país y el Capitán América le vence.” ¡Y éso era todo lo que tenías! ¡Así que, básicamente, tú contabas la historia! Pero funcionaba, sabes. Hablando por mí, creo que era una idea maravillosa porque nos daba mucha libertad para hacer las cosas como pensábamos que iban a quedar bien.

P: Dado que ambos trabajábais con el método Marvel, ¿qué influencias creeis que cada uno de vosotros aportó a su serie? ¿Qué hay en Rom y Los Micronautas que podéis señalar y decir, “Eso lo aporté yo”?

BUSCEMA: Oh, wow ... Jackson, ¿quieres enfrentarte a ésta? Te paso el muerto.

GUICE: Si aporté algo, fué el esfuerzo por volver a la diversión que tenía el comic al principio. Recuerdo cuando empezó a publicarse y Michael Golden se encargaba del arte, y había un montón de energía en el comic. Cuando Michael lo dejó y el libro continuó, se volvió más oscuro, un poco más serio, y aunque estábamos cerrando la historia al final con todas esas peleas, intenté recuperar un poco de diversión. Hubo un número en particular que hicimos, en el que llevamos a toda la banda de Micronautas a nuestra versión del Planeta Prisión de la etapa de Kirby en los 4F. Pusimos a los Micronautas vestidos con trajes de rayas y sombreros y yo dibujé a algunos personajes como Bicho como si fueran gangsters, y teníamos a otros personajes por ahí, así que hice un tipo a lo Edward G. Robinson y un tipo a lo James Cagney. Fue divertido, y éso es lo que intentaba. Eso y tratar de hacer mi trabajo correctamente.


En Prison World.

Bill y Al fueron de gran ayuda en esa época. Cada vez que me hacía un lío con alguna secuencia narrativa, me llamaban y me decían lo que podía hacer para arreglarlo. Nunca antes había tenido que dibujar para nadie que no fuera yo mismo, así que caes en algunos malos hábitos al principio. Cuando estás de verdad en el negocio, empiezas a darte cuenta de que ésto de la narrativa es mucho más que sólo meter cosas en el panel.


BUSCEMA: Oh, totalmente. Si puedo contar una breve anécdota para enfatizar ese punto, Jackson, hasta hace pocos años, solía tener una comida semanal con algunos muy buenos amigos que estaban en el negocio artístico. Fui ilustrador publicitario durante 15 años antes de entrar en el comic y estos caballeros eran de ese período de mi carrera, y eran tipos muy talentosos. Un día, uno de ellos me dijo, “Sal, un cliente me ha pedido que haga un comic. ¿Podrías darme un par de tus comics para que vea cómo vas con la narrativa?” Le llevé un par de Spectacular Spider-Mans que había hecho y dos o tres semanas después, en la comida semanal, me devolvió los comics y me dijo que había dejado el proyecto. Le pregunté porqué, y dijo, “¡No puedo hacerlo! ¡Puedo hacer una ilustración para un anuncio, pero ésto es increiblemente difícil! ¡Estoy dibujando panel tras panel y es todo una mierda!” Me encogí de hombros y dije, “Siento que hayas perdido el trabajo.” Y él dijo, “No, lo he dejado. ¡Perdí demasiado tiempo con él!” Este tipo tenía 35 o 40 años de experiencia como ilustrador publicitario, pero no podía contar una historia de comic. Creo que éso renovó su respeto por el negocio, si alguna vez tuvo alguno. No sé si estarás de acuerdo, Jackson, pero hubo una época en que a los artistas de comic, el resto de la industria del arte comercial nos miraba por encima del hombro —

GUICE: Ah, sí. Sí.

BUSCEMA: —con esa especie de sonrisa interna, porque yo solía ser el centro de muchas bromas por ser un tío de los comics y eso no parecía serio. Cuando él dijo que era incapaz de contar esta historia, me sentí bien por ello.

GUICE: Hay mucho más que sólo la elección de la toma y las decisiones que tienes que hacer como artista. Es muy difícil sentarse y explicar brevemente a alguien todo lo que comprende esta tarea. Cuanto más aprendes acerca de ella, más te das cuenta de cuánto te queda por aprender, y lo difícil que es y entiendes lo genial que era alguien como Jack Kirby.

BUSCEMA: Para responder a tu pregunta sobre lo que puedo o no haber aportado a Rom, tengo una experiencia en el teatro. En los últimos 20 años, he hecho mucho teatro en mi comunidad y mi esposa me dice que soy un actor nato. Eso realmente fue una gran ayuda para mí en todos los comics que hice, pero en particular Rom por el hecho de que el personaje no tenía expresiones faciales. Todo lo que haces con Rom es lenguaje corporal, y la experiencia teatral fue una gran ayuda para mí.



[Gracias a Omoloc por el enlace <--link.]

1 comentario:

  1. very interesting i may have some use for this posting in regards to what Sal says about the beginnings of the ROM comic and the toy.

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La culpa es de esos dos señores que pasan por ahí y su materialidad envolvente.