Recientemente me he hecho con Thor el poderoso, el Marvel Preview nº 10, por hacerme con casi todo lo publicado en España de la versión marvelita del dios del trueno vikingo, y tras leerme la lamentable historia de Wein protagonizada por Thor, me sorprendió encontrarme con una historia corta de Mantlo porque había olvidado que por aquí ya hablamos de ella. Ha sido una doble grata sorpresa ya que, además de haberme encontrado por sorpresa con una narración de nuestro idolatrado guionista, el relato es notable, así que justifica la compra.
Mantlo cuenta una aventura en la Grecia mítica del Hércules marvelita, que tiene que ver más con el del peplum, con el de Reeves, que con el mitológico, por eso es inmortal antes de haber muerto, dinámica y potente que toma episodios de las archiconocidas aventuras de Jasón, el coprotagonista que está para contrastar con el hijo de Zeus y Alcmene y así hacerle destacar más, Perseo y Teseo con bastante imaginación: no hay Minotauro sino una corrida de toros donde lo minoico se mezcla con la caducada Los últimos días de Pompeya y Jasón lleva al Argos a buscar a una Medusa con unos tetones imposibles cortesía de Mayerik (que se acabó reciclando en ilustrador de rol) que habita el Jardín de las Hespérides, que aquí está en una isla análoga a la de Circe o a la de Calipso, para regresar montado en Pegaso, que en la mitología es hijo de la gorgona mortal, con Hércules. Una historia simple, por eso Mantlo no la cuenta de forma lineal, pero como sospechan salvaje. No sólo es por la libertad con la que el guionista trata la mitología griega, es que a Hércules sólo le importa de gloria, como buen héroe heleno, y es muy cínico, no cree en augurios a pesar de ser hijo de un dios, no confía en la razón sino en las armas y odia a los poderosos, todo cosas muy de Conan (personaje al que Mantlo guionizó una vez), y las mujeres son objeto de burla y tratadas de perras. Además, tiene humor del bueno: Hércules [...] en el Olimpo se oyen relatos de leones que vuelan? Sólo cuando Hefesto ha tomado demasiado Néctar! (un dato poco popular es que ese dios era un borrachín) o cuando Jasón por poner en peligro a la princesa Alceste (en castellano es más popular la forma Alcestis, la esposa fiel junto Penélope de la mitología griega que no estuvo relacionada sentimentalmente ni con el hijo de Esón como en el cómic ni con Hércules, pero fue rescatada por este de las mismísimas garras de la Muerte) es condenado a muerte por el real padre de ella: no importa que yo le ame? Por fortuna no! Soy yo quien decide a quién puedes amar!, una absoluta falta de romanticismo, la tradicional pareja de estas historias no es ridiculizada pero el amor es vituperado, y un gran villano, como mandan los cánones: un rey viejo y tirano, Kreon, seguramente el traductor ignoraba que en castellano es Creonte, realista y codicioso por lo que no merecía ser burlado. El personaje mitológico más popular con ese nombre es el tío de Edipo, rey de Tebas la de las 7 puertas mientras Hércules crecía allí y padre de la 1ª mujer de este. Aquí lo es de Pylos, en castellano Pilos, el reino del célebre anciano Néstor, el único superviviente real del ataque vengativo que el hijo de Alcmene realizó a aquella ciudad.
La historia la dibuja Mayerik, un tipo torpe con el lápiz aunque no es malo con la anatomía al que el B&N le queda grande, pero como es un narrador eficiente, dibuja a Hércules con barba, más característica que la piel de león o el garrote, y le gustan grandes, se le perdona que sus pentacónteras tengan forma de drakkar. El guión merecía más pero el dibujo es suficiente, su torpeza hace brillar más al guionista y el peplum normalmente es cutre.
Así pues Mantlo, si bien irreconocible, se monta aquí una de romanos típica, machista, interpretación libérrima de la Cultura Clásica y Acción, del tipo Fantástico (con monstruos y tal), que hace especial al quitarle el idealismo propio del género, héroes nobles, mujeres virtuosas, triunfo de la Justicia, villano malvadísimo, amor romántico, exaltación de la familia cuando hay dólares, de forma que es un relato fabuloso, seguramente le hizo ilusión guionizar a Hércules pues es un héroe que le gustaba, y único, hoy nadie se atreve a escribir a un protagonista calificando reiteradamente a las mujeres de perras, que demuestra que había más libertad en los 70 que hoy. Por tanto es de lamentar que no sea la parte del león del cómic y que Mantlo, que demuestra unos conocimientos de mitología griega dignos de Apolodoro, fuera quien fuese, no frecuentase más el peplum.
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La culpa es de esos dos señores que pasan por ahí y su materialidad envolvente.