Entradeja dedicada al Omoloc por acompañarse de dragones y bichos mal afeitados como nosotros. Porque sabe y no nos deletrea.
RETORNO DONDE estoy nada queda y existir es vivir en tu recuerdo, ver una luz atravesando el rumor arrancado de un cadáver, escuchar a pesar del miedo la palabra de un niño que gemía y tener en las manos un hálito, un temblory un profundo lamento ensombrecido. Pensar en ti no es pensar con alguien o con algo sino hundirme en mí mismo y mi principio, como llegando a un extremo donde fluyen una tranquilidad de corazón roído, una amargura de corazón oscuro, un retornar al hombre desgarrado, y recordar que el pensamiento muere a través de ese tiempo que a ti te pertenece, sin más impulso que tu desamparo, como una prolongada enfermedad, como sonido que flotará en un abismo.
Y todo vive inútilmente: adonde miro allí me encuentro en vano espejo de mi soledad, con simulado rostro de Narciso o humo que pretende conservarse; hallo solo tinieblas y empiezo a caminar por dentro de mi cuerpo, y aquí te palpo y me maldigo porque vuelves a ser, pero en recuerdo.
Vivo ahora contigo y nada turba la posesión del tiempo en que viviste, y nada ha de cambiar mi pensamiento cuando pensar en ti es contemplar mi propia voz por sueños invadida y dolerme de haber creído en mí como algo que existe fuera de todo tiempo, de mí mismo nutrido, seguro de mi voz.
Amarte hoy sería desertar, huir del odio que por mí acreciento bajo el latido de mi corazón; fuera negar la luz que al rumor sobrevive, o afirmar que la flor no crecerá jamás en mis entrañas con un sabor de imagen prolongada a través de la carne, sobre el silencio húmedo del túmulo de esta mi soledad que resucita y me regresa al desierto que siempre había creído.
Alí Chumacero
Más poemas de Alí Chumacero [link]--> amediavoz.com En el libro le olvidaron una 'l' al poema, halo solo tiniebla. No sé si será o no será. En cuanto al video, creo que Bill Mantlo también acertó su oficio.
¡No he comprado este tebeo hace una semana y ya tiene historia! Son solo unas letras para dar relleno al robo.
"Mi revista estaba muy rota y la perdí, vieja y deliciosa como andaba ella de camino al scanercito violador, en un autocar entre Miño y la Coruña. Dejé mi número de teléfono en la estación por si el conductor la daba encontrado, pero alguien (uno de Ferrol, pero no calvo ni bajito ni de los que van a caballo y los pintan de rosa en días de Domingo) tuvo que cogerla del asiento del bus con calefactor de las siete. Seguro que ahora mismo le puede estar dando un tiento a este número nueve de la 1984, la historia de Bill Mantlo no le sorprenderá por su argumento pero si es un tipo joven como yo, quizás no tan guapo ni desmesuradamente albino, ebrio y ligero, sí por encontrarse junto al nombre del guionista del paisaje microscópico y el drama lunar, el tipo de detrás de los Micronautas de Michael Golden y el Hulk de Buscema, al dibujante español Luis Bermejo. Bien, ambos tienen historietas mucho mejores (ahora mismo el álbum Yo robot se pasea por la EBAY del alma) pero... ¡Estamos robando!"
Moraleja y aviso para coleccionistas:
El hombre con más suerte del mundo volvió a encontrar y comprar por un euro su número nueve con esta historia titulada Mundo Tenebroso. ¿Pero podemos llamar suerte a esto? ¿Destino? ¿Fe de vientre o simple maldición y piedra en el camino? Repetición, mis queridos lectores, un mal igual a otros; y miren ahora, la rata, más dulce todavía, ahí sigue, montada y entre nuevos tebeos amarillos.
A very Creepy Blog: Creepy 109 Last is "Heart of Darkness" by Luis Bermejo (art) and Bill Mantlo (story). It features a man in possession of some animals that he crashes on a planet with. Aliens that look like chimps come after him. He eventually is killed by them. Not that good a story and Bermejo's artwork is absolutely dreadful, its hard to even tell that its him."
Se les nombra o no. Un fondo de armario insoportable.
Es curioso que los críticos literarios, aunque les apasionen los mitos arcaicos y exóticos, no se percatan de la significación del objeto de su pasión. No entienden que el mito es, antes que nada, una narración, que su función es rebelar cómo algo ha cobrado vida. La atracción del hombre moderno por los mitos delata su oculto deseo de que le cuenten cuentos, de saber cómo nacieron los mundos y lo que acontece con ellos. En la jerga de la crítica literaria, eso es lo que significa novela novela.
No me esperes, porque la noche será negra y blanca.
Dime cuál es tu infinito y sabré el sentido de tu universo: ¿es el infinito del mar o del cielo, el infinito de la tierra profunda o el de la hoguera? En el reino de la imaginación el infinito es la región donde aquélla se afirma como imaginación pura, donde está libre y sola, vencida y vencedora, orgullosa y temblando. Entonces las imágenes se lanzan y se pierden, se elevan y se aplastan en su altura misma. Entonces se impone el realismo de la irrealidad. Se comprenden las figuras por su transfiguración. La palabra es una profecía. La imaginación es así un más allá psicológico.
Digo todavía más: el Hijo es una imagen de Dios por encima de la imagen; él es una imagen de su deidad oculta. El alma es formada según la imagen que el Hijo es de Dios y en la cual el Hijo es imaginado. De lo mismo que recibe el Hijo recibe también el alma. Incluso cuando el Hijo fluye del Padre, el alma no queda suspendida; está por encima de toda imagen.
A los símbolos estancados, si se obedece al tarot, se oponen los símbolos fluidos. Los sueños están constituidos de imágenes ambiguas. Los objetos del inconsciente tienen aspectos infinitos. Los brujos y los psicoanalistas escogen sus significados embutiéndolos en las teorías o supersticiones de sus maestros. Los pacientes de terapeutas freudianos no sueñan de la misma manera que los de los terapeutas junguianos o lacanianos. Unos ven falos o vaginas, los otros signos cósmicos, y los últimos juegos de palabras. ¿Cómo pensar por tanto en símbolos fluidos?
Antaño, los grandes sistemas religiosos representaban el papel de conservatorio de los regímenes simbólicos y las corrientes míticas. Hoy, las bellas artes, para una élite cultivada, y, para las masas, la prensa, los folletines ilustrados y el cine vehiculizan el inalienable repertorio de toda la fantástica. Por eso es de desear que una pedagogía venga a esclarecer, cuando no a asistir, esa irreprimible sed de imágenes y sueños. Nuestro deber más imperioso es trabajar en una pedagogía de la pereza, de la liberación y de los ocios. En este siglo de "la iluminación", demasiados hombres son usurpados de su imprescriptible derecho al lujo nocturno de la fantasía. Bien podría ser que la moraleja del "canta ahora, mientras yo como" y la idolatría del trabajo de la hormiga sean el colmo de la mistificación.